El viaje a Costa Rica del que
acabo de regresar ya había sido suficientemente intenso como para escribir una
crónica enjundiosa a la vuelta. Mis libretitas bullían de notas e impresiones. Pero
el destino se divierte dando quiebros inesperados. En el viaje de vuelta nos
cancelaron el vuelo de Nueva York a Barcelona, y Swiss airlines nos regaló tres
días extras en la ciudad que nunca duerme. No tuvimos más remedio que visitar un
Manhattan glacial y eufórico. El contraste entre lo que había vivido en Costa
Rica y las imágenes de NY dieron un valor añadido al viaje. Y es que los dos
lugares se comportan de maneras muy diferentes en algunos de los aspectos que
conseguí fotografiar.
En la
distribución vertical de sus edificios
En
sus escaparates
En las actividades de las niñas solitarias
En la
manera de comer
En
sus centros de reunión
En
sus grafittis
En
los edificios y sus carteles
En la señalización de sus caminos
En
cómo ocupan el tiempo libre las familias
En
sus carteles publicitarios
En el
tamaño de las hojas de sus plantas
En
los medios de comunicación ( lo que muestra el guía es una de las espinas que
usan los indígenas para sus cerbatanas)
En la forma del agua ( nótese lo mojados que estábamos, tras ocho horas por el bosque húmedo, en mis pantalones)
Paz que maravilla . deberían subvencionarte para que viajar siempre . besos . Maite
ResponderEliminarMe parece muy buena idea. Si conoces a alguien que me quiera "esponsorizar"( o como se diga) dale mi teléfono. No me importa tener que llevar un cartel de mujer-anuncio si me lo pagan jaja. Besos agradecidos!
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